Amar al mundo

Una entrada de los diarios de Thomas Merton:

He terminado de leer las pruebas de El medio divino del padre Teilhard de Chardin que me ha enviado Harpers.

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Thomas Merton

Ciertamente, hay que amar al mundo, como él dice. Porque Dios amó al mundo y envió a Su Hijo al mundo para salvarlo.

 

Aquí el mundo significa el cosmos, y todo está centrado en Dios, todo Le busca.

 

El cristianismo debería hacernos «más visiblemente humanos», apasionadamente preocupados por todo lo bueno que existe, que quiere crecer en el mundo y que no puede hacerlo sin nosotros.

 

La indiferencia estoica cultivada por un cierto tipo de espiritualidad cristiana es, por tanto, una tentación diabólica y un vaciamiento de piedad, caridad, interés, así como endurecimiento del corazón, regresión y aislamiento.

 

Su preocupación es admirable, así como su indignación porque «los cristianos ya no esperan nada». Es verdad. Nada grande. Pero esperamos todo lo trivial.

 

Nuestra indiferencia con respecto a los verdaderos valores del mundo justifica nuestra banal atracción por sus falsos valores. Cuando olvidamos la Parusía y el Reino de Dios en el mundo, podemos –pensamos– ser hombres de negocios y hacer dinero de manera segura.

 

Los que aman al mundo en sentido equivocado, lo aman por su propio bien, lo explotan por su propio bien. Quienes lo aman verdaderamente, lo desarrollan, trabajan en él por Dios, para que Dios pueda revelarse en él.

 

Los diarios de Thomas Merton

26 de agosto de 1960: IV. 36-37.

Poesía religiosa de Rilke

Rainer Maria Rilke nació el 4 de diciembre de 1875 en Praga y murió el 29 de diciembre de 1926 en Val-Mont, Suiza. Es uno de los poetas alemanes más importantes y reconocido genio de la literatura universal. Además de su poesía, fueron publicadas sus Cartas a un joven poeta.

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Rainer Maria Rilke

Rilke publicó su Libro de horas (Das Studen-Buch) que es una colección de tres libros publicados en 1899, 1901 y 1903. Su poesía tiene fuertes matices religiosos y ahonda mucho en la idea de la unión con Dios.

El siguiente poema viene de su obra, Libro de vida monástica.

 

Fijate, lo quiero todo.
Tal vez lo quiero todo:
la oscuridad de cada caída sin fin,
la trémula luz de cada acenso.

Hay tantos con vida que no les pareciera importar.
Casual, fácilmente se mueven por el mundo
como si estuvieran ilesos.

Pero vos tomás placer en los rostros
de aquellos que conocen su sed.
Te encariñás con aquellos
quienes se aferran a vos para sobrevivir.

Vos aún no estás muerto, no es demasiado tarde
para abrir tus profundidades y sumergirme en ellas
y beber ahí la vida
que se revela calladamente ahí.

El libro de horas, I, 14.
Rainer Maria Rilke

 

Traducción del alemán al inglés: Anita Barrows y Joanna Macy
Traducción del inglés al castellano: Jonathan Hanegan

La obra de N.T. Wright

N.T. Wright es un historiador y teólogo británico que ya hace muchos años escribe sobre Jesús, Pablo y el mundo del Nuevo Testamento. Además de ser un gran teólogo, también tiene mucha experiencia pastoral como miembro de la iglesia anglicana. La combinación de erudición y experiencia pastoral es imprescindible en nuestro mundo globalizado. Pueden leer una biografía ampliada de Wright acá.

 

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Dr. N.T. Wright 

 

A mi parecer, N.T. Wright se convierte en uno de los mejores teólogos ecuménicos de nuestra época porque no defiende cuestiones partidarias de su propia iglesia en sus textos. Realmente le interesa volver a la Biblia y al mundo de la Biblia para hallar la verdad bíblica. La obra de Wright ha tenido buena acogido no sólo en el mundo angloparlante, pero también en España y en América Latina.

 

A continuación, dejo algunos de sus títulos en castellano:

 

Después de creer. La formación del carácter cristiano. Madrid: PPC, 2012.

 

El desafío de Jesús. Bilbao: Desclée de Brouwer, 2003.

 

El verdadero pensamiento de Pablo. Barcelona: Editorial CLIE, 2002.

 

Judas y el evangelio de Jesús. El Judas de la fe y el Iscariote de la historia. Bilbao: Desclée de Brouwer, 2008.

 

La resurrección del hijo de Dios. Navarra: Editorial Verbo Divino, 2008.

 

Sencillamente Jesús. Una nueva visión de quién era, qué hizo y por qué es importante. Madrid: PPC, 2014.

 

Simplemente cristiano. Por qué el cristianismo tiene sentido. Miami: Editorial Vida, 2012.

 

Sorprendidos por la esperanza. Repensando el cielo, la resurrección y la vida eterna. Miami: Convivium Press, 2011.

 

 

Pueden hallar otros escritos y conferencias de N.T. Wright acá.

 

También se puede estudiar con N.T. Wright en línea acá.

 

Algunas conferencias de Wright están subtituladas en castellano por Blog de Estudios Bíblicos en YouTube.

 

La genialidad de N.T. Wright en parte tiene que ver con su desafío a la escatología que comúnmente se profesa en las iglesias cristianas – una escatología, según él infectado por ideas platónicas y medievales. Realmente vale la pena conocer la obra de Wright y dejarse desafiar por su claro pensamiento y su profunda erudición bíblica.

 

 

Lecturas bíblicas para recibir a Jesús

Aquí compartimos una guía con lecturas bíblicas, reflexiones y oraciones para dar la bienvenida a Jesús a nuestros corazones y a nuestro mundo.

La palabra «adviento» viene del latín, «adventus» que significa «venida». Es un momento para reflexionar acerca de las tres venidas de Cristo: primero, su venida histórica, segundo, su venida continua a nuestros oscuros y heridos corazones y tercero, su esperada venida al fin de los tiempos en que traerá la sanación a las naciones.

Es hora de alegrarnos por la luz de la esperanza, la gracia y la verdad que Jesús ha traído. También es hora en que podemos lamentar que la oscuridad aún nos apremia por fuera y por adentro. Es hora de gemir con ansias hasta que venga Jesús a tomar su debido lugar entre nosotros. Anhelamos con ansias la hora cuando ya no habrán más enfermedades, opresión, soledad o desesperación. Cuando todo será como tiene que ser, cuando seremos semejantes a nuestro Señor y Salvador Jesús.

Durante el adviento, simplifiquemos nuestras vidas y estemos atentos a Dios mientras entramos en una profunda alegría y una quieta expectativa de la historia que Él mismo está escribiendo.

En la primera semana del adviento estaremos meditando sobre la venida de Jesús a nuestros corazones. Nuestras lecturas y oraciones se tratarán de preparar nuestros corazones para recibir el reino de Dios. En la segunda semana, estaremos explorando la naturaleza del reino. En la tercera semana, veremos quién es Jesús, el Mesías esperado. En la cuarta semana, meditaremos en la encarnación del Hijo de Dios. ¿Qué significa para nosotros que el Verbo se haya hecho carne y haya vivido entre nosotros?

Cada semana contiene una introducción al tema, algunos pasajes para leer y considerar y una oración. El objetivo de estas lecturas es dejar que la Palabra de Dios more en nuestras mentes y transforme nuestros corazones. Por lo tanto, la idea no es leer rápidamente ni tampoco tomar los textos como simple información. A través de una lectura cuidadosa y devocional, una lectio divina, podemos participar de la historia entretejida en el adviento.

Pueden descargar la guía a través del siguiente enlace:

Lecturas bíblicas para recibir a Jesús, el Cristo

Evangelizadores porfiados

Por tanto, como sabemos lo que es temer al Señor, tratamos de persuadir a todos, aunque para Dios es evidente lo que somos, y espero que también lo sea para la conciencia de ustedes. No buscamos el recomendarnos otra vez a ustedes, sino que les damos una oportunidad de sentirse orgullosos de nosotros, para que tengan con qué responder a los que se dejan llevar por las apariencias y no por lo que hay dentro del corazón. Si estamos locos, es por Dios; y si estamos cuerdos, es por ustedes. El amor de Cristo nos obliga, porque estamos convencidos de que uno murió por todos, y por consiguiente todos murieron. Y él murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió por ellos y fue resucitado.

Así que de ahora en adelante no consideramos a nadie según criterios meramente humanos. Aunque antes conocimos a Cristo de esta manera, ya no lo conocemos así. Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! Todo esto proviene de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el ministerio de la reconciliación: esto es, que en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados y encargándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación. Así que somos embajadores de Cristo, como si Dios los exhortara a ustedes por medio de nosotros: «En nombre de Cristo les rogamos que se reconcilien con Dios.» Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios.

2 Corintios 5:11-21 NVI

 

 

Somos embajadores de Cristo, sus representantes en la tierra. Somos los pies y las manos de Jesús – debemos ir dónde él iría, hacer lo que él haría y decir lo que él diría.

 

Hace poco, un gran amigo me regaló el libro, Evangelizadores porfiados por Leonardo Biolatto. Al final de su libro, nos cuenta algunas características de aquellos embajadores que quiere Cristo.

 

Los evangelizadores porfiados:

 

Creen que Dios es esperanza, es posibilidad, es oportunidad

 

Creen que Dios es gracia

 

No creen que Dios quiera el mal de nadie ni que lo provoque

 

Creen que Dios no desea la violencia que mata

 

No creen en un Jesús maltratado por su Padre ni asesinado por deseo de Dios

 

Creen que Jesús es modelo de ser humano, y no un filósofo desencarnado o un sabio itinerante con una moral interesante

 

Creen que el Hijo de Dios se embarró los pies

 

Creen que Jesús de Nazaret es una respuesta amplia y plena para el ser humano

 

Creen que la resurrección afecta todo el universo

 

Creen que el Espíritu se mueve constantemente

 

Creen que el Reino de Dios es paradójico

 

Creen que las cosas cambian desde abajo

 

Creen que la evangelización tiene que revertir el estado injusto de las cosas

 

Creen que los pequeños son los protagonistas

 

Creen que deben criticar los sistemas

 

Creen que los banquetes son abiertos y para todos, y que en la comida compartida se hace presente el Reino

 

Creen que la evangelización es un servicio y, por ningún concepto, es una colonización

 

Creen que el servicio es el único camino de la evangelización

 

Creen que la vida es para vivirla en plenitud, y esa plenitud tiene que ver con la dignidad de otro

 

Creen que para liberar a los otros oprimidos hay que derramar la sangre propia

 

Creen que el otro es sujeto, no un objeto; un interlocutor, no un destinatario

 

Creen que dejarlo todo tiene sentido, aunque vivamos en una cultura de acumular por acumular

 

Creen que la religión que excluye es falsa

 

Creen que las verdaderas ofrendas y limosnas son las que dignifican al otro

 

Creen que no se necesitan dinero para anunciar la Buena Noticia

 

No creen que evangelizar consista en hacer proselitismo

 

Creen que la evangelización es un compromiso de los discípulos y de Dios para con la humanidad

 

No creen que la fe sea privada

 

No creen que el miedo tenga que reinar en las vidas

 

Creen en la comunicación, en el diálogo abierto, sincero, honesto

 

Creen que el lenguaje universal es el amor

 

Creen que el martirio es una posibilidad

 

Creen que deben tomar la posición de los últimos

 

Creen que tienen poder, pero no poder opresor, sino liberador

 

Creen que amar a Dios y amar al prójimo son dos aristas de un mismo amor

 

Creen que, si la vida no se da por los otros, se hace miserable

 

No creen que su acción necesite un reconocimiento

 

Creen en la utopías

 

 

El evangelismo (el contar sobre Jesús e invitar a las personas a seguir a Jesús) es atrevido. Es decir, algo pasó (Jesús vivió, murió, fue sepultado y resucitó de entre los muertos), debemos responder a lo que pasó (arrepentirnos y bautizarnos) porque algo más habrá de pasar (Jesús viene por segunda vez).

 

¿Tenés vos una convicción tan profunda de que Dios se ha hecho Rey del universo a través de Jesucristo que podrías ser considerado/a un/a evangelista porfiado/a?

Leonardo Biolatto. (2013). Evangelizadores porfiados. Buenos Aires: San Pablo.

Para comprender mi pequeñez

Agnes Gonxha Bojaxhiu, mejor conocida como Madre Teresa nació en Uskub, una ciudad del imperio otomano el 26 de agosto del 1910. Murió el 5 de septiembre en Calcuta, India.

Teresa de Calcuta nos deja la siguiente reflexión:

 

En el cielo, la Santísima Trinidad debe de haberlo discutido. «¿Cuál es la mejor manera?» Dios amaba tanto al mundo –es decir, a ti y a mí–, que no eligió las riquezas ni la grandeza, sino que se hizo pequeño; no [nació] en un palacio sino de una virgen, y ni siquiera como un niño cualquiera sino en un pesebre. Su madre, María, no esperaba que naciera de este modo, tan extraño. ¿Por qué? Detengámonos y pensemos, ¿por qué? La pobreza debe de ser muy hermosa en el cielo si Jesús se hizo tan pequeño, con la sencillez de los niños, los animales . . . La pobreza debe de ser muy hermosa en el cielo. Jesús podía tenerlo [todo], pero así lo escogió. Podría haber tenido un palacio. Preguntaos: «¿A qué se debe la elección de Jesús?» Para facilitar la respuesta debemos conocer de veras [lo que es la pobreza]; para ser capaces de entender a los pobres debemos saber lo que es la pobreza. ¿Por qué se hizo Jesús tan pobre? Para poder comprender mi pobreza, mi pequeñez, mi debilidad, mi poquedad.

 

Madre Teresa. (2012). Donde hay amor, está Dios. El camino a una íntima unión con Dios y un mayor amor por los demás. Brian Kolodiejchuk, ed., Núria Pujol Valls, trad. Barcelona: Planeta., pp. 47-48.

 

Aquí también compartimos algunas máximas de la Madre Teresa:

 

«Quiero que hagas el esfuerzo de ser santo, no en grandes cosas, porque no tenemos grandes cosas que hacer; pero cuanto más pequeña sea la cosa, mayor el amor.»

 

«La obediencia es el acto más perfecto de amor a Dios. Obedezco, no porque tenga miedo, sino porque amo a Jesús.»

 

«Tememos el futuro porque estamos desperdiciando el hoy.»

Acerca de las futuras conversiones

Hace mucho venía escuchando del Monseñor Romero. Había leído citas suyas en varios libros. Había visto homenajes a su memoria. No fue hasta que visité la Feria del libro de la ciudad de Buenos Aires en mayo de este año que encontré una biografía suya que me llamó poderosamente la atención.

 

Monseñor Romero

Monseñor Romero

 

Monseñor Romero: testigo de la verdad es una biografía escrita por Jon Sobrino, sacerdote jesuita y teólogo español que vive y trabaja en El Salvador hace muchos años. Además de escribir acerca de su propio recuerdo de Monseñor Romero, Sobrino también hace un análisis teológico de su persona y vida.

 

Por falta de tiempo y otras lecturas que me apremiaban a principios de año, no tuve tiempo de leer el análisis teológico de Sobrino. Sin embargo, sentí la necesidad de conocer de cerca, aunque fuese por medio de otro, la vida y obra de Romero.

 

Aunque Romero vivió en otro momento histórico, en otra situación sociopolítica, creo que nos presenta un desafío hoy que no pierde su relevancia. A pesar de la distancia temporal y diferencias eclesiásticas y políticas que podrían llegar a manifestarse, las profundas convicciones de Romero acerca del amor de Dios por los pobres y marginados nos invitan a actuar hoy.

 

Uno de los puntos más interesantes que subraya Sobrino fue la «conversión» de Romero. Dice que siempre fue un hombre piadoso, creyente y amante del pueblo de Dios. Sin embargo, su vida tuvo un importante giro cuando tomó conciencia del estado desesperado de los pobres y marginados de su país.

 

Me hace pensar que de repente, en mi futuro y en el tuyo, estimado lector, también podrían haber futuras conversiones que nos acercan aún más a lo que Dios quiere de nosotros, sus siervos.

 

Jon Sobrino. (2012). Monseñor Romero: testigo de la verdad. Buenos Aires: Editorial Ciudad Nueva.

Barth sobre la carga del otro

«Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo.»
Gálatas 6:2 NVI

 

Nadie puede dejar de lado las cargas del otro, ni tampoco las molestias que éste le ocasiona. ¡Ni siquiera le conviene desear quitárselas de encima! «Llevar» significa soportar, aguantar, sobrellevar mutuamente las mutuas molestias. «Llevar» significa hacer uso de la autorización y la posibilidad de perdonarse mutuamente los inconvenientes sufridos.

 

«Llevar» significa comportarse unos con otros de manera amable, no como se hace con las personas viles y malvadas, sino con las personas pobres y enfermas –algo así como lo que es natural entre los pacientes que comparten habitación en un hospital–. Por tanto, «llevar» es lo contrario de la ceguera e indiferencia frente a las recaídas y pecados de ambas partes, pero también lo contrario de toda indignada inculpación y reparto de golpes al tomarlos en consideración.

 

Karl Barth

Karl Barth

 

«Llevar» consiste en apoyarse todos unos a otros, cargando y encargándose del otro junto con las cargas de ambas partes, como compañeros en un camino que han iniciado juntos y que sólo juntos pueden seguir y rematar. «Llevar» supondrá también necesariamente descubrir la viga en el ojo propio y encontrarla mucho más interesante que la paja en el ojo del hermano.

 

Con ello se consigue que circule el aire entre unos y otros, mientras que todo lo demás sólo puede conducir a la asfixia. Con ello no cambia todo, pero sí algo. Al llevar mutuamente sus cargas, hacen en lo pequeño y particular lo que Él ha hecho y hace en lo grande y general, Él en cuanto Hijo de Dios y Salvador absoluto.

 

– Karl Barth

Salmo 15 en Latinoamérica

Los salmos fueron siempre el himnario del pueblo judío y de la iglesia primitiva. Se dice que el pentateuco (los primeros cinco libros de la Biblia) es la revelación escrita de Dios. También se dice que los salmos (originalmente cinco libros diferentes) son la respuesta escrita del hombre a Dios. Dios, en los primeros cinco libros de la Biblia nos habla. Nosotros, en los salmos, respondemos a Dios.

 

Ha habido varios intentos de «modernizar» los salmos o por lo menos, interpretarlos a la luz de nuestro mundo hoy. Un trabajo ejemplar, en este sentido, es del poeta latinoamericano Ernesto Cardenal.

 

Ernesto Cardenal

 

En el prólogo de su libro, Salmos, Dorothee Sölle escribe:

 

«Los Salmos de Ernesto Cardenal unen sin suturas elementos bíblicos y modernos. En ningún momento se pierde de vista el mundo actual. Los medios con los que seres humanos son hoy amenazados por seres humanos defieren, pero el miedo y la protesta, el sufrimiento por la injusticia y el júbilo de la liberación siguen siendo los mismos. Cardenal no ha “traducido” los salmos, como si hubiera que transponer al presente algo pasado para hacerlo comprensible y apreciable. El movimiento de su poesía es el contrario: Cardenal intenta expresar el presente y las imágenes y lenguaje bíblicos le ofrecen elementos para ello. Así, una estructura social que ha deshumanizado casi por completo la vida humana se entenderá como exilio de Jerusalén, como alejamiento del hogar.»

 

Aquí les compartimos una poesía de Cardenal.

 

SALMO 15 (16)

 

Y yo le dije:

no hay dicha para mí fuera de ti!

Yo no rindo culto a las estrellas de cine

ni a los líderes políticos

y no adoro dictadores

 

No estamos suscritos a sus periódicos

ni inscritos en sus partidos

ni hablamos con slogans

ni seguimos sus consignas

 

No escuchamos sus programas

ni creemos sus anuncios

 

No nos vestimos con sus modas

ni compramos sus productos

 

No somos socios de sus clubs

ni comemos en sus restaurantes

 

Yo no envidio el menú de sus banquetes

no libaré yo sus sangrientas libaciones!

 

El Señor es mi parcela de tierra en la Tierra Prometida

Me tocó en suerte bella tierra

en la repartición agraria de la Tierra Prometida

 

Siempre estás tú delante de mí

y saltan de alegría todas mis glándulas

 

Aun de noche mientras duermo

y aun en el subconsciente

te bendigo!

 

 

Ernesto Cardenal. (1998). Salmos. Madrid: Editorial Trotta.