
Miguel de Unamuno
Uno de los más grandes filósofos hispanohablantes fue, sin duda, Miguel de Unamuno. Aunque publicaba también en francés, sus obras han tenido un notable impacto en el pensamiento iberolatinoamericano. Mientras que Unamuno no negaba la existencia del Ser omnipotente, luchaba con su fe en Dios.
En la España de Unamuno, la iglesia católica estaba en manos de la corrupción eclesiástica y la espiritualidad del pueblo poco reflejaba la fe alegre del mismo Jesús. A pesar de nunca concretar una convicción religiosa firme en cuanto a Dios y Jesucristo, Unamuno da un buen ejemplo en su lucha por vencer sus dudas. Estuvo dispuesto a hacerse preguntas difíciles e indagar en cuestiones esenciales de la vida cristiana.
Unamuno es más conocido por su filosofía que por su poesía pero en realidad, es un excelente poeta. Aquí les comparto una de mis poesías favoritas:
Incredulidad y fe
Salmo XLII, 2; Éxodo XXXIII, 20;
Marcos IX, 25; Marcos IX, 24
Sed de Dios tiene mi alma, de Dios vivo:
conviértemela, Cristo, en limpio aljibe
que la graciosa lluvia en sí recibe
de la fe. Me contento si pasivo
una gotica de sus aguas libo
aunque en el mar de hundirme se me prive,
pues quien me rostro ve –dice– no vive,
y en esa gota mi salud estribo.
Hiéreme frente y pecho el sol desnudo
del terrible saber que sed no muda;
no bebo agua de vida, pero sudo
y me amarga el sudor, el de la duda:
sácame, Cristo, este espíritu mudo,
creo, tú a mi incredulidad ayuda.
Miguel de Unamuno. (2007). Antología poética. Madrid: Alianza Editorial., p. 49.
También vale la pena leer el Salmo I por Unamuno aquí en formato PDF.
También por Unamuno:
La agonía del cristianismo. (2007). Madrid: Alianza Editorial.